sábado, 19 de diciembre de 2015

Los nombres del futuro

Te bastó llegar
para hacerme tuya
y me tienes loica,
me tienes eterna en este rincón del tiempo;
para siempre tuya,
para siempre nosotras brillando por hablar de amor.

Solo te escribo en presente,
pero por ti este momento se estira,
y las palabras no paran,
y las palabras no bastan para contarte los infinitos que me provocas,
acá adentro,
allá afuera,
en mi mundo recién descubierto.

Contigo en esta tierra puedo respirar más aire,
puedo sentir mariposas durmiéndome el cuerpo mientras te invoco y te pienso,
princesa universal de mi corazón loicado,
 eternado,
 palpitado entero con tu nombre
y con ganas de salir a la siga de tu voz.

Espero a que viajen y te encuentren mis pensamientos
para que choquen nuestras manos nerviosas
y te pillen mis ojos queriendo decir lo mismo que yo.
Quiero estar frente a ti y dejar salir una
o dos estrellas de mi boca,
pedirles que exploten un poco
y dejarme morirme un rato de amor en tus brazos,
mientras nacen todas esas galaxias y planetas con tu nombre
y los sinónimos de nosotras,
solo entonces despiértame
 para vivir allí,
 sin tiempo que se acabe
ni nadie más que tú.