hazme objeto,
escríbeme tu nombre con tinta
made in china;
ráyame entera,
hasta que solo tú puedas reconocerme
bien tuya
hazme tuya,
llévame contigo
y con una sonrisa,
no te separes de mí,
cómprale mi mano a mi padre,
dale un par de caballos chilenos
si puedes
y luego abúrrete:
déjame olvidada debajo de tu cama,
entre la ropa sucia,
en el bolsillo de esa chaqueta que te aplasta los senos
consúmeme y véndeme a alguien que le interese:
a absolutamente nadie
y el tiempo detenido sin ti
mátame
hazme pedazos
piérdeme un brazo,
una pierna,
un órgano,
déjame desnuda en la repisa
con las demás,
con tu infancia
aliméntame del polvo de tu velador
del aro de cafeína nocturna en tu escritorio
de las migas entre las teclas de tu computador,
de los ácaros de tu almohada
déjame olvidada cuando encuentres algo mejor
pero dime tuya un momento,
para contárselo a alguien