sábado, 28 de marzo de 2015

Ícara

Solemos
de sol
aquí
¿qué cosa?

solas
sola
a veces
suelo
pero mejor, ¡solemos!

mientras volamos el cielo
gritando lo que no dijimos
¡solemos!

¡solamos!
mientas nuestra piel se prende
y ya no nos podemos distinguir las caras
ni un cuerpo del otro

no es la pasión
es el fuego de una estrella
con ganas de matar

solemos dijimos
y solamos

adiós para siempre
y para siempre llegará en el próximo sueño
porque

soler. Verbo irregular: se conjuga como mover (→ apéndice 1, n.º 41). Se utiliza siempre seguido de un infinitivo, explícito o sobrentendido, para indicar el carácter habitual de la acción que dicho infinitivo expresa: «A partir de entonces solíamos también besarnos junto a la ventana» (Paso Palinuro [Méx. 1977]); «El correo llega tan puntualmente como suele» (FdzSantos Extramuros [Esp. 1978]). Se trata de un verbo defectivo que, por denotar acción habitual, no se usa en todos los tiempos de la conjugación: los más utilizados son el presente (suelo, sueles, etc.) y el pretérito imperfecto o copretérito de indicativo (solía, solías, etc.); entre los tiempos compuestos, cuyo uso es muy raro, el más usado es el pretérito perfecto compuesto o antepresente (he solido, has solido, etc.): «De este tipo de sueños he solido olvidarme siempre, apenas recobrada la conciencia de la vigilia» (Semprún Autobiografía [Esp. 1977]). Carece de formas de futuro, de condicional y de imperativo.

estos besos que nos acunan a la sombra del sol
en el clímax de la muerte
solo ocurrirán en la mente
fantasiosa
furtiva
de una amante no correspondida
-lo que está bien-
con palabras que no debería decir
y miradas
que se pierden
entre
pantallas
y papeles


y ceniza.

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