Territorialidad

—Gracias dios mío

—¿Disculpa, qué dijiste?

—¿Gracias, dios mío?

—¿Y de cuándo dios es tuyo? ¿quién te crees tú que eres?

—¿Y tú?

—El dueño de dios en persona

—Cuando vo hay sido dueño de algo

Allí, en la calle, dos personas se peleaban a combos y patadas. A medida que la gente se acercaba a tratar de separarlos, se enteraban de lo que sucedía y se unían a los golpes y a las palabrotas llenas de saliva idiota.

Tenían ganas de mirarse la sangre y el nombre de dios los ponía a todos de muy mal humor.