jueves, 27 de noviembre de 2014

El poder de los nombres

El gran complejo de mi madre es que su segundo nombre es Emperatriz. Yo creo que por eso, en venganza, me puso Catalina de Jesús, porque, ¿qué cosa buena puede salir de eso?. La verdad, es que me da un poco de envidia, ojalá a mí me hubieran puesto así: Catalina Emperatriz del llanto inducido por la ficción, Catalina Reina de las palabrotas, Catalina Diosa de las babosas del baño de la casa de su abuela, Catalina Cazadora de hombres de mierda, CATALINA CONQUISTADORA DEL MUNDO UNIVERSO COSMOS TOTALIDAD DE LAS COSAS VIVAS MUERTAS E INVENTADAS.

Algo así, una cosa poca.

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