No tengo la culpa que con quince minutos de sueño me mantenga sobria,
ni que con durmiendo una hora diaria pueda seguir viviendo
y bien libre de pesadillas,
así que bajen la voz por favor, me vibra la guata con tanto boche.
No pido mucho:
solo, no me quiten el consuelo de una luna enamorada y perseguidora,
porque entonces me sentiré muy culpable
y después de llorar siempre me dan ganas de dormir.
Por favor, silencio
dejen que encienda esta luz en paz,
no me permitan cerrar los ojos.
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