jueves, 2 de enero de 2014

Alcohólicos anónimos

 

Hay un tinte que corroe el alma
dejándola fantasmagórica a la deriva,
un grito que llena los pulmones con pena
y una lágrima que nace del miedo para terminar atravesada en la garganta,
hay un nudo que las manos no pueden desatar
y hay un tinte que lo disfraza todo de sangre,
un tinto.

Hay un alma que se corroe
un fantasma que llora en la deriva,
pulmones aullantes
llenos de pena
y una bilis con sabor a lágrimas atascada en su garganta
llenos de miedo;
hay tantos nudos que no pueden deshacerse
y un tinte corre por el cuello, llenándolo de sangre,
un tinto.

Hay un alma corroída
y un fantasma que quedó lamentándose en la deriva,
unos pulmones ahogados en pena;
miedo y lágrimas revalsando la garganta,
nudos que aprietan las venas
y una botella de vino derramada en la puerta del hogar.



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la imagen le pertenece a [mojowan]

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