lunes, 16 de diciembre de 2013

Hay algo que me encanta del romance perruno: que se conocen oliéndose las meadas, los anos y las eses; empiezan por lo peor y no se quejan tanto.

Qué romántico.

Ay, ¿pero qué hacer si eso es la mejor parte para ellos?

:(

1 comentario:

  1. Nunca lo había pensado de esa manera, pero ahora que lo leo estoy contigo.

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