viernes, 27 de diciembre de 2013

Alternativa

 
Esta es la historia de una niña que descubrió a unos cuantos enanos viviendo en el techo de su casa. Era de noche y estaba preparándose para ir a la cama cuando cayó un diminuto tornillo frente a ella, lo tomó entre sus manitas y miró el techo de su habitación, preguntándose si no caería sobre ella ahora que había perdido uno de sus pequeños, pero sin duda fundamentales, soportes.  Lo que vio fue un trozo de madera temblar, cosa muy extraña, pensó la niña mientras le latía el corazón frenéticamente: se subió sobre la cama y trató de tocar el techo, pero le fue imposible alcanzar la zona; decidida, se bajó del lecho a buscar una silla para darse más altura y averiguar qué se escondía allí, porque ahora que prestaba atención, escuchaba pequeñas y asustadas pisadas.

Sí, esta podría ser la historia de una niña que al subirse en la silla para averiguar qué había en el entretecho, se resbaló y rompió la cabeza; o la historia de una niña que al mover el trozo de madera suelto, encontró una pequeña aldea de enanos viviendo en su casa. Sin embargo, esto es solo el relato de la noche normal de una chica en el computador, cuando a su teclado cayó un pequeño tornillo y ella pensó en los enanos que tal vez vivían en su techo; cuando miró el cielo de su habitación, se le desarmaron los lentes: el tornillo era del armazón de los anteojos y no de un enano descuidado. Solo eran las cuatro de la mañana, pero decidió irse a dormir.

Dejó los lentes rotos sobre la mesita, en caso de que alguien quisiera arreglarlos.


---------
*la ilustración es del exquisito John Bauer
**basado en una historia real.

No hay comentarios:

Publicar un comentario