una fuerza deja suspendido tu corazón por un rato
lo aprieta por ti
lo hace bombear
y tus latidos susurran
¿de qué hablan?
ah
¡un nombre!
hace eco en esa caja tuya
que apenas sostiene tu cabeza
más fuerte que la gravedad
o cualquier ley que te hayan enseñado
la lógica, la razón
o los golpes
te empuja a los lugares más recónditos de eso
eso que ignoras
llamado cerebro
tú no tienes cerebro
tú solo
te dejas llevar por esa corriente
llamada imaginación
donde el nombre que te rebana los sentidos
tiene eso
que tanto ignoras
llamado cuerpo
tú no tienes cuerpo
tú solo
eres una piedra
sostenida apenas por un globo de helio
henchido por unas palabras escritas
y el aliento
extraviado
de un jadeo entre pensamentos tortuosos
eres un espectro
y frente al espejo
te das sermones
para recordar tu existencia
y no dejarte ir
no te quieres ver allí reteniendo cosas
que se esfuman con el tiempo
y las horas de sueño
no quieres encontrarte llorando por ideas
o por el globo que se está alejando de tus manos
dejándote fría, más fría, sobre la tierra
pero hay un flujo de aire que sube y baja
y un grito de rabia que no puede salir
mientras estiras y estiras tus brazos y no puedes alcanzarme
y no puedes alcanzarte
mientras me alejo del espejo para tratar de socorrer
lo que la vida irá borrando por el tiempo.
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la imagen superior le pertenece a Paul Delvaux
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