pero quiero que me ates,
cada vez que pienso en saltar por la ventana,
cada segundo que te hostigo con mis palabras,
cuando quito el seguro de la puerta para que me vengan a golpear
esas pesadillas donde tu figura se hace clara
-y cruel-
como si no fueras un hechizo,
cuando miro la luna y empiezo a rimar sin querer
-llorar
cantar
soñar-
No quiero matarte
pero quiero que me mates,
cuando no tengo fuerzas para saltar por la ventana
cuando salto y no muero,
cuando agonizo mientras retengo las horas
-porque me dan miedo las horas-
que pasan sin ti,
a las que te encanta agregarle minutos,
contando los que me toma llegar al precipicio,
deleitándote al ver mi control derramado
frente al cuerpo que nunca tocaré,
pero que me hace rimar
-cortar
tentar
gritar-
Yo no quiero amarte
pero quiero que me ames,
con esa forma tuya que presumes tanto:
fría
¿qué tan fría eres?
¿serás capaz de atarme cuando llegue la locura, de matarme cada vez que calles, de amarme cuando se me caigan estos versos derrotados?
dices que sí tan facilmente,
pero
-solo por si acaso-
deja que parasite en tu corazón algo cálido,
que te parta un rayo de pena
por esta pobre sombra
-nada más que una sombra-
por este pequeño insecto que soy yo cuando aparece el sol y no estás tú
porque no quiero amarte
pero te amo
y son esas cosas las me hacen rimar
-amar
amar
amar-
cada vez que pienso en saltar por la ventana,
cada segundo que te hostigo con mis palabras,
cuando quito el seguro de la puerta para que me vengan a golpear
esas pesadillas donde tu figura se hace clara
-y cruel-
como si no fueras un hechizo,
cuando miro la luna y empiezo a rimar sin querer
-llorar
cantar
soñar-
No quiero matarte
pero quiero que me mates,
cuando no tengo fuerzas para saltar por la ventana
cuando salto y no muero,
cuando agonizo mientras retengo las horas
-porque me dan miedo las horas-
que pasan sin ti,
a las que te encanta agregarle minutos,
contando los que me toma llegar al precipicio,
deleitándote al ver mi control derramado
frente al cuerpo que nunca tocaré,
pero que me hace rimar
-cortar
tentar
gritar-
Yo no quiero amarte
pero quiero que me ames,
con esa forma tuya que presumes tanto:
fría
¿qué tan fría eres?
¿serás capaz de atarme cuando llegue la locura, de matarme cada vez que calles, de amarme cuando se me caigan estos versos derrotados?
dices que sí tan facilmente,
pero
-solo por si acaso-
deja que parasite en tu corazón algo cálido,
que te parta un rayo de pena
por esta pobre sombra
-nada más que una sombra-
por este pequeño insecto que soy yo cuando aparece el sol y no estás tú
porque no quiero amarte
pero te amo
y son esas cosas las me hacen rimar
-amar
amar
amar-
No hay comentarios:
Publicar un comentario