martes, 23 de septiembre de 2014

Expectativas

Me hice un septum y a la semana me resfrié. Las primeras veces me soné la nariz frente a un espejo de puro morbo, para ver qué pasaba con los mocos: si se desbordaban, si el aro se interponía en su camino, si dolía, qué tan desagradable me vería, qué tanto incomodaría a las personas a mi alrededor (ojalá mucho)...

pero no pasó nada interesante.

No hay comentarios:

Publicar un comentario