Una trampa que había planeado con el paso de una hormiga que persigue un postre abandonado.
Por fin es hora de comer: empezó por darle aviso a todo medio de comunicación posible, porque estaba en su límite y ya no le importaban las consecuencias de esos sueños húmedos que la atormendaban cada vez con más frecuencia. En una semana, cuando llegaran sus imitadores de todas partes del mundo, podría matarlos a todos.
Por fin es hora de comer: empezó por darle aviso a todo medio de comunicación posible, porque estaba en su límite y ya no le importaban las consecuencias de esos sueños húmedos que la atormendaban cada vez con más frecuencia. En una semana, cuando llegaran sus imitadores de todas partes del mundo, podría matarlos a todos.
Y es que no había nada que soportara menos que a sí misma, ¿y había gente que trataba de ser como ella?, ¿que se parecía a ella?, ¿que vivían contentos al creer que tenían algo en común?. Últimamente un pensamiento la atormentaba y parecía que, definitivamente, la única salvación era la muerte.
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