domingo, 17 de noviembre de 2013

Heladera

 
La princesa de hielo se aburrió de la montaña, la princesa de hielo vino a ver qué tal le iba a los humanos. 
Trampa cruel es el destino, que se le haya ocurrido bajar en verano, en cárcel de invierno al menos habría escapado, ¿ pero qué iba a hacer la pincesa de hielo, sin fuerzas para regresar?
La princesa de hielo, sin príncipe helado, tuvo que arrimarse a los hombres quemados: subían a dragones metálicos ofreciendo a su gente como consuelo; ¿tenían alguna montaña guardada en sus bolsillos, que conservaban la nieve como si el aire de fuego no fuese?.
La princesa de hielo se olvidó de su ascendencia, sudó demasiado en la calle, se ocultó en demasiados vagones de tristeza; en la montaña la extrañaban, pero luego ya no quedó montaña: allí en la tibia interperie hubiera muerto, allí donde el invierno ya no llegaba ni a la nube de más alta alcurnia.
La princesa de hielo se casó con un heladero y cuando este murió, empezó a trabajar en su lugar para los humanos, que no son de hielo ni están del todo quemados; se olvidó de sus súbditos y hermanos, comenzó a ofrecerlos en plumavít de helada gratitud, con pudor. 
Los humanos no acostumbraban a ver princesas, y cuando la princesa de hielo se metía en tan ruda fortaleza (estómago de dragón metálico por si usted no recuerda), se quedaban medio atontados por su belleza.
La princesa de hielo se sube a las micros en Independencia, y sin saber hechiza a los humanos, recita:

he-la-do

y se le llenan las manos de monedas.




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***la imagen me la otorgó tumblr sin ninguna explicación, quería escribir un tierno cuento de hadas, y no pude.
**nunca he visto a una mujer vendiendo helados en las micros
*micro cuyo sinónimo es microbus, camión, bus. Transporte.

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