No hay nada más escandaloso que verle los tobillos a una persona, pero más sorprende verle el calcetín.
Sí, porque...es como un pequeño secreto, un calzón infravalorado; sobretodo cuando uno se los pone creyendo que nadie se los verá, cuando vas con un pantalón largo y un par de cómodas zapatillas. Y sin embargo, se asoma, levemente, un celeste pálido: tu calcetín a la vista de todos mientras caminas. O también, si no andas con calcetas, o si prefieres las medias, o si la intención es mostrarlos, eso también dice mucho de ti, ¿no es verdad?. Digamos que sí.
Es interesante ver cómo la gente camina, despreocupadamente, dejando al descuerto tan valiosos secretos, soltándolos al aire sin entender lo que arrastran durante el día; que si esa que viste un gran escote lleva calcetas de ositos en un fondo rosa, o si ese con rastas y pinta hippie lleva unas calcetas nike, o si ese otro se detiene a cada segundo para apretarse los cordones y esconder la existencia del tímido calcetín. Woah.
Ahora, imagina, solo puedes ver una parte el calcetín, o no verlo en absoluto. Imagina lo que oculta el zapato.
¿Y tú crees conocer a la gente?
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