De alguna manera estoy otra vez con los pies sobre la tierra, de alguna manera sigo respirando, estoy despierto. Pero nada de eso importa; el cráneo me sigue punzando y siento las carnes abiertas, un tic-tac que pulula en alguna parte de mi espalda me recuerda que hay que poco tiempo, tengo además esta extraña sensación: voy a morir, o ya estoy muerto; una extraña fuerza rellena mis músculos con algún material que pesa y duele, quiero desplomarme en el suelo. Siento la garganta seca, me digo a mí mismo que voy a la cocina por un vaso de agua, me digo y me miento a mí mismo, pero parece que esa será la única manera de llegar hasta el centro comercial, de entrar en él, de dirigirme hasta la tienda más abarrotada, sí, es la única manera.
—¡Escúchenme, escúchenme!—Grito una vez adentro, aunque sienta la garganta desgarrada, ¿y cómo no si me tuvieron días con un tubo que llegaba hasta mi estómago?—No se asomen a los espejos—Continúo una vez que tengo la atención de varios muchos—Ellos, ellos graban todo lo que hacemos al pararnos frente al espejo y luego escogen a uno y...se lo llevan a su nave para...—Guardo silencio una vez que noto que nadie me está prestando atención.
Tic-tac
Tic-tac
Tic-tac
Más y más rápido, palpita. Me lleno de desesperación y empiezo a romper todo espejo y cristal que esté a mi alcance, que son muchos. Un par de guardias me sacan a la rastras de la tienda, sin escuchar mis súplicas ni—¡Digo la verdad, ellos nos ven a través de los espejos, no usen los espejos!—Lloro—Solo escúchenme...
Tic-tac
Tic-tac
Tic-tac
—Sí, ¡escuchen!, ¿escuchan ese tic y ese tac?—Abro mis ojos tanto como puedo y me envaro por completo, tratando de obligarlos a parar la caminata—¡Fueron ellos, en el espacio!, ¡ellos me pusieron este aparato el día en que...!
Tic
Tic
Ti----.
Demasiado tarde, pero no lo suficiente para impedir que mi sentencia vuelva a ocupar mi mente por un momento.
—Los humanos son solo basura, apenas confían entre ellos, ¿cómo lo haríamos nosotros?
—¿Qué?, ¿que nos vas a demostrar que estamos equivocados?, y nosotros que queríamos hacerte nuestra mascota.
—Está bien, te dejaremos en la tierra, si logras que alguien te crea no volveremos a acercarnos a ninguno de tu especie. Pero si fallas, te haremos desaparecer; o mejor dicho, este aparatito se encargará de eso por nosotros.
Recordar esas palabras artificiales y computacionales le hizo hervir la sangre, sobretodo porque ocupó sus últimos minutos de vida en ello.
Y luego de eso
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Todavía se averigua si alguna organización terrorista estaba viculada con la bomba humana de hoy, en el centro comercial. Las autoridades recomiendan no salir de casa y avisar a carabineros en caso de ser testigo de cualquier cosa que escape a la común.
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